El Inexplicable Plan de los Falcons

El pasado 29 de abril los Atlanta Falcons se encontraban con la 4ta selección global del NFL Draft 2021, y la usaron para hacer de Kyle Pitts, de la Universidad de Florida, el TE más altamente seleccionado en la historia del evento. 

Al hacerlo, y dejando pasar la opción de seleccionar a Justin Fields para moldearlo como su QB del futuro, confirmaron su creencia que con el veterano Matt Ryan en los controles de la ofensiva el equipo aún tiene posibilidades de nuevamente llegar al Super Bowl en un futuro no muy lejano.

Pese a que en la antesala del NFL Draft ya circulaba en los medios la narrativa que el equipo estaba determinado a cambiar a su WR estrella Julio Jones, principalmente para deshacerse de su aplastante y prohibitivo contrato. Atlanta estaba atado a más de $23 millones contra el tope salarial en el 2021.  

La decisión de los Falcons el día del draft fue interpretada como una intención de reestructurar el contrato de Jones para retenerlo, y añadir a Pitts para multiplicar la ofensiva y maximizar las posibilidades de éxito del equipo en el corto plazo.

Y no hay duda de que en papel una ofensiva con Matt Ryan, Julio Jones, Calvin Ridley, y Kyle Pitts se veía imponente y con oportunidad de anotar 40 puntos a cualquier rival, pero las cosas se ven muy diferentes hoy que Julio Jones ha sido cambiado a los Tennessee Titans. Ahora los Falcons se ven como un equipo ingenuo, sin un plan claro, y que ha comprometido sus posibilidades de éxito en el largo plazo por artificialmente inflar ilusiones poco justificadas en el corto.

Hay que reconocer que Kyle Pitts es un fenómeno atlético y tendrá una próspera carrera dentro de la National Football League, pero como novato se proyectaba para ser un buen complemento para Julio Jones más no un reemplazo. 

Si bien Jones es ya un veterano con 10 temporadas de trayectoria y tiene algunos problemas con lesiones, es indiscutible que es uno de los WR más completos en la historia de la liga y a la fecha una de las amenazas más inminentes para las defensivas secundarias que lo enfrentan. 

Adicionalmente, es muy aventurado pensar que Pitts llegará a Atlanta e inmediatamente llenará con producción el hueco que deja la partida de Julio Jones. Por otra parte, Calvin Ridley se ha vuelto un WR estrella en sí mismo, pero mucho de su éxito en las últimas dos temporadas (90 recepciones, 1,374 yardas, y 9 TDs en 2020) se debe precisamente a que es él quien se beneficiaba de la atención defensiva que acapara Jones como contraparte en el juego aéreo. 

No es una garantía que Ridley continúe con su rápido ascenso ahora que será el indiscutible foco de atención de los coordinadores defensivos del resto de los equipos de la NFC Sur, y demás oponentes de Atlanta.

Es entendible que la administración de los Falcons se sentía aprisionada y sin flexibilidad financiera en consecuencia de tener en sus libros el contrato de Julio Jones, pero siempre existen opciones para reestructurar los contratos por medio de extensiones o de convertir dinero garantizado en bonos por firma. 

De haber existido voluntad de retener a Julio Jones hubieran encontrado la forma manera hacerlo. La selección de Kyle Pitts en el draft solamente tenía sentido si el equipo pretendía conservar a Jones en su plantel para la temporada 2021. Sí el plan siempre fue cambiar a Jones, o no había certeza de que el WR aceptara una reestructura para quedarse, entonces los Falcons debieron reconocer que Matt Ryan alcanzó su techo en la temporada 2017 cuando llevó al equipo al Super Bowl LI y de forma infame desperdiciaron una ventaja de 28-3 en el tercer cuarto sobre los New England Patriots. 

Los Falcons, entonces, debieron usar el pick número 4 del pasado draft para seleccionar a su QB del futuro, en lugar de un arma ofensiva que difícilmente hará la diferencia para ellos ahora que han enviado a Tennessee a su estrella más brillante de la última década. 

Veremos que sucede con los Falcons esta próxima temporada 2021, pero se ven muy lejos de poder competir con los mejores equipos de la NFC. Han perdido a un talento generacional en la posición de WR, y parecen haber desperdiciado una oportunidad de oro de reinventarse por completo al dejar pasar a Justin Fields en el draft.